Dos presos fugados, rodeados de secadores de pelo, hacen bailar pelotas de ping-pong y malabares con las leyes de la física
de la física. Realizan una escena burlesca tras otra, y nos tienen reservada más de una sorpresa.
Todas las leyes científicas se reinventan al servicio del circo, el clown y la magia. Hacen malabares, levitan, se sacan el jugo. Es un mundo mucho más divertido que el nuestro, y es un mundo en el que puedes matarte sin salir herido. Es un mundo loco donde nada es...