El pastel ruso de Artigarrède Más que un pastel, ¡una leyenda!

El Russe béarnais ha viajado por todas partes desde principios de siglo.
Su fama se ha extendido gracias a los peregrinos camino de Santiago de Compostela y a los bearneses exiliados que lo llevan consigo en el recuerdo, como una de las magdalenas de Proust.

Innumerables celebridades han abierto la puerta de la pastelería para degustar esta nube de praliné, espolvoreada con azúcar glas, ¡entre fundente y crujiente!
François Mitterrand lo llevó al Elíseo. Ahora forma parte del menú de las comidas oficiales francesas, ya que el Russe ha obtenido la aprobación unánime de los distintos Presidentes de la República.

Desde entonces, en lugar de dejar que los bearneses recorran kilómetros y colas para ir a Oloron, Artigarrède ha desplegado sus alas.
Su bonita boutique de Pau es un escaparate de esta pastelería emblemática, que ahora se presenta en forma de macarrón: Le Macarusse.

Consejo de amigo: los domingos y antes de las fiestas, pídalo con antelación, de lo contrario hará una larga cola para conseguirlo.