En pleno centro de Pau, a dos pasos de la plaza Clemenceau, cobra vida un nuevo decorado a tamaño natural. El ambiente navideño, alegre y chispeante, hace las delicias de grandes y pequeños.
Un trenecito eléctrico espera a los niños bajo el espumillón y sus ojos se llenan de asombro: una locomotora, tres vagones y estrellas para un paseo encantado. Veinte pasajeros en ciernes se embarcan en un viaje de 19 metros lleno de risas, campanas y momentos mágicos para compartir con toda la familia.
Un trenecito eléctrico espera a los niños bajo el espumillón y sus ojos se llenan de asombro: una locomotora, tres vagones y estrellas para un paseo encantado. Veinte pasajeros en ciernes se embarcan en un viaje de 19 metros lleno de risas, campanas y momentos mágicos para compartir con toda la familia.





