En el corazón del barrio del Castillo, a dos pasos del bulevar de los Pirineos, la plaza de la Déportation le sumerge en la historia de Pau. Entre el Parlamento de Navarra y la casa natal de Enrique IV, ofrece una vista impresionante de la cordillera de los Pirineos. Aquí, la mirada vaga de la piedra a la montaña, del patrimonio al horizonte.
Lugar de recuerdo y de paso, la plaza acoge ceremonias conmemorativas y también está llena de visitas turísticas. De aquí parte el trenecito de Pau, que le permitirá descubrir la ciudad de forma animada Es una parada conmovedora, un homenaje, un panorama y una historia compartida.
Lugar de recuerdo y de paso, la plaza acoge ceremonias conmemorativas y también está llena de visitas turísticas. De aquí parte el trenecito de Pau, que le permitirá descubrir la ciudad de forma animada Es una parada conmovedora, un homenaje, un panorama y una historia compartida.













