En pleno centro histórico de Pau, entre el Boulevard des Pyrénées y el Château, la Place Royale une en pocos pasos el funicular, la rue Louis-Barthou y el Hôtel de Ville. Este majestuoso balcón, suspendido sobre el río Gave, ofrece una vista impresionante de los Pirineos, desde el Pic du Midi d'Ossau hasta el Pic du Midi de Bigorre.
Bajo los tilos, las terrazas susurran alegres conversaciones a la hora de comer.
Creado en 1688 para albergar una estatua de Luis XIV, encarna la elegancia real y el modo de vida apacible de la región del Palais. Hoy, Enrique IV se alza sobre él, el Ayuntamiento vigila, el funicular sube por la colina y los recuerdos se susurran.
Un lugar obvio para detenerse, entre la ciudad y el horizonte, para empaparse de historia, pasear o soñar frente al panorama más bello de Pau.
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